Pasan los años y arrastran gobiernos, y con ellos a sus promesas de campaña.. pero en Argentina, los jubilados siguen siendo ignorados por el Estado.

LOS CASTIGADOS DE SIEMPRE. Los millones de argentinos que después de haber trabajado toda su vida y de haber aportado a un sistema voraz, se encuentran en situación cada vez de mayor indefensión.

Cada año que pasa, miles de abogados de la matrícula presentamos demandas contra ANSES por el cálculo de los haberes iniciales de los jubilados y el ajuste de movilidad que el mismo debería experimentar con el tiempo.

Estas presentaciones judiciales no son un capricho de los letrados motivados por la ambición de «sacarle dinero al Estado»; todo lo contrario, en rigor de verdad, mal que le pese a los gobiernos de turno, es un es la herramienta legítima que poseemos los ciudadanos para exigir el cumplimiento de la Constitución Nacional, máxima guardiana del Estado de Derecho, y consecuentemente del respeto por la República y la división de poderes que protegen al individuo de las arbitrariedades de los gobiernos y de abusos del Poder.

Es más, todas y cada una de las demandas que persiguen estos reajustes invocan fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que en reiteradas e inequívocas resoluciones se expedido sobre la razón que nos asiste en tales peticiones.

Cuando todo parecería indicar que un fallo de Corte ordenando a ANSES a abonar lo que corresponde finiquita todo, encontramos que existe otro escollo para que los jubilados tengan lo que les corresponde, y este escollo quizás sea el más poderoso instrumento que tenga el Estado. Me refiero a esas «herramientas invisibles» con las que cuentan los gobiernos para en definitiva no cumplir con la manda del Máximo Tribunal e irrespetar la Constitución Nacional. Estas herramientas son tales como la burocracia estatal, la ineficiencia, el desdén para cumplir lo ordenado amparada con la impunidad de la que goza en caso de no hacerlo, la dilatación de las cosas en el tiempo inobservando cualquier tiempo procesal establecido, las influencias políticas y tareas de lobby en el sector judicial, y un largo etcétera.

No pretendo hacer una disquisición de tipo político en favor de un partido determinado y en desmedro de otro, y ello porque lamentablemente hemos observado que todos los gobiernos han actuado en igual dirección.

Siendo este el panorama, creemos conveniente alzar la voz todos los abogados que realizamos este tipo de demandas, y en ese sentido en M&Z no perdemos ocasión de hacerlo. Pero, al ser profesionales independientes, más importante es que los Colegios de Abogados interpongan los recursos correspondientes, porque tan cierto es que se vulneran los derechos de los ciudadanos jubilados como que se altera sustancialmente nuestra labor jurídica como profesionales de Derecho, toda vez que con tal situación, deviene abstracta toda labor profesionales tendiente a la aplicación de las normas vigentes, lesionando así nuestro derecho a trabajar conforme las bases de nuestra hermosa profesión.- 

Del mismo modo, también quisiera enfatizar la importancia que podrían tener los medios masivos de comunicación, y en especial las redes sociales, herramientas éstas últimas que, con el uso digno y ético que puede dárseles se han tornado un arma eficaz de la democratización de la información.

Debemos aunar esfuerzos y exigir cada uno desde su posición cívica el respeto eficaz de la Constitución Nacional, de la máxima Justicia y de la República. En una sociedad seria y desarrollada debería ser inconcebible el desprecio sistémico que sufren los jubilados en nuestro país.

Para eso trabajamos día a día y no vamos a menguar en los esfuerzos ni dejaremos de confiar en el Derecho como el mejor medio social para respetar los derechos de los individuos.-